Tiger Woods, su rehabilitación a debate

Tras su multitudinaria rueda de prensa del pasado 19 de febrero se supo que el deportista volvía a la clínica de rehabilitación. Desde ese momento todo el mundo elogió esta actitud y muy especialmente el que quisiera curarse de su adicción al sexo.

Ahora es el Enquirer el que comenta que esa rehabilitación no tiene nada que ver con su adicción a practicar el sexo sino con la que le hace consumir una serie de pastillas. Por eso el deportista, de 34 años, ha entrado en la clínica The Meadows de Wickenburg (Arizona) y no en la que ya lo hiciera con anterioridad.

Según la citada publicación, Tiger nunca comentó este hecho en su rueda de prensa e insistió en la terapia para salir de su adicción al sexo y en sus ganas de salvar su matrimonio. Fuentes cercanas a la pareja también han desmentido que Nordegren haya participado en esa terapia e incluso añaden que el matrimonio está acabado para ella.

Alguien cercano a Woods en los días en los que se trataba de la adicción a las mujeres comenta que «Siempre le estaba echando la culpa a las pastillas. Según él, la medicación tenía la culpa de que no pudiera concentrarse ni ir hacia adelante». Ahora se ha confirmado que es el mayor problema personal que tiene el prestigioso deportista.

El ingreso en la citada clínica de Arizona fue propuesto por los propios médicos que le trataban en Gentle Path. También parece ser falso que volase a otra localidad tras su rueda de prensa ya que fue directamente a ingresar en esta nueva clínica. Al parecer, con Woods nada es verdad ni es mentira, todo es según del color del cristal con que se mira.

Vía I Celebitchy

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