Ya lo dicen en la tómbola «El Cubo»: siempre toca. Cantó la gallina y Maite Galdeano habría afirmado que su situación familiar es un montaje. Del veto de Suescun en Telecinco a su regreso pasando por la exclusiva, los llantos, los ataques de ansiedad y el tralará habitual.
Defenestrados y cansinos como pocos, ni la pose de uno, ni la cara de asco de la otra son suficientes para generar atención. Ahora reaccionan atacando en la revista de cabecera del universo Telecinco. Su exclusiva no tiene desperdicio al ser lo más parecido a echar un vaso de agua sobre aceite hirviendo.