La mala situación económica de la familia de Jesulín de Ubrique
Nadie descubrirá nada si recordamos que se hizo inmensamente rico gracias a matar toros en las plazas de España y parte de América. Hubo tardes en las que no tuvo suficiente con una sola corrida e incluso, las multiplicaba por dos o por tres. Nada faltaba entonces en ambiciones, que comenzaba a llenar su salón de trofeos de caza, signo de su ostentación y otra de las aficiones del torero: matar animales en cacerías.