Verónica Lario, la primera dama italiana afirmó hace un mes que bajo el influjo de su marido, Silvio Berlusconi, la política italiana se ha convertido en una "basura impúdica", donde solo cuenta el físico y la televisión, y en la que "muchos padres están dispuestos a cerrar los ojos para ofrecer sus vírgenes al dragón". Sus palabras desencadenaron un terremoto político que no ha cesado de crecer. En ese contexto, el fotógrafo sardo Antonello Zappadu, de 51 años, que entre 2007 y enero de 2009 fotografió Villa Certosa, la espléndida mansión sarda de Berlusconi, se ha convertido en el principal testigo.
Silvio Berlusconi está inmerso en una lucha contra la justicia italiana, pero de la Fiscalía de Roma no puede tener ninguna queja. Ésta confiscó 700 fotos que documentan la fiesta que el primer ministro italiano celebró el pasado Fin de Año en su mansión sarda, Villa Certosa, a la que invitó a decenas de chicas jóvenes, entre ellas una, Noemi Letizia, que todavía no había cumplido 18 años.
Noemi Letizia, la culpable de la ruptura del matrimonio Berlusconi, hasta el punto de que Veronica Lario ha pedido el divorcio, confiesa que es virgen, que tiene novio y que le encanta ir de compras, las cenas, visitar el peluquero y hacerse las uñas. La chica de tan sólo 18 años, habla en la revista Chi de su novio, un guapo napolitano llamado Domenico, del que dice que es el único que le ha dado un beso verdadero.