Ni la presunta bohemia con coches que cuestan una fortuna en el garaje, ni la pedantería, ni los silencios pueden salvar ya la imagen pública de Jesús Quintero. Maribel, una de las personas de confianza del antedicho, declaraba ayer en Sálvame haber sentido "miedo" mientras estaba a sus órdenes.
Seguir leyendo