Irene Rosales entraba ayer vía telefónica en Sálvame para aclarar que su relación con Kiko Rivera va viento en popa a pesar de los rumores. No nos cansaremos de decir que es una gran señora y ayer volvió a demostrarlo. Comenzaba indicando que los testigos de los presuntos devaneos de Kiko Rivera en Matalascañas recibirán su correspondiente demanda.
Kiko Rivera fue ayer masacrado por los mismos que hicieron caja llevándole a un plató para criticar a su madre. Lo mejor es que la señora Corredera, el señor León y compañía sacaron la patita por debajo de la puerta confirmando sus preferencias. Mientras Kiko criticaba a su madre no había problema, ahora que no lo hace sí lo hay.
Lamentablemente, quizá haya sido la muerte de Ana Martín la que provoque la reconciliación entre Isabel Pantoja y su hijo. Ayer mismo emprendía un viaje, acompañado de Raquel Bollo, su hermanastra y su prima, de La Graciosa a Lanzarote, de esta isla a Tenerife, de ahí a Sevilla y de este último punto a Cantora.
Kiko Rivera reaccionaba ayer a la declaración de su madre a favor de su tío Agustín. Un nuevo espectáculo en un juzgado por parte de la cantante. Resulta bastante curioso que no se le exigiera a la otrora presidiaria que pasara el bolso por el escáner del juzgado y que Agustín pasara con su mochila tan tranquilo a pesar de que el arco de seguridad confirmó que llevaban metal (seguro que si hubieran sido dos contribuyentes de los que le pagan el sueldo al Guardia Civil se tendrían que haber casi desnudado para pasar).