Kiko Rivera será el protagonista de la portada de Lecturas mañana. Su exclusiva podría ser el punto final a su buena relación con su madre. Decía Irene Rosales recientemente que su pareja no quiere el dinero de la herencia de su padre para gastárselo en fiestas, sino para solucionar el problema con su madre.
Kiko Rivera anuncia que está dispuesto a luchar hasta el final para que se cumpla la última voluntad de su padre Francisco Rivera. Nunca es tarde si la dicha es buena. Sus dos hermanos, Cayetano y Fran, llevan décadas exigiendo lo que les pertenece e Isabel Pantoja se niega a darles («antes lo quemo todo» habría llegado a afirmar según algunos).
Irene Rosales ha dado positivo por coronavirus, pero ayer entraba en directo en Viva la Vida para comentar su situación familiar. Comenzaba indicando que «Yo puedo entender que Isabel esté molesta por lo que se está diciendo de ella, pero no por otra cosa» en clara referencia a lo comentado en el programa de Ana Rosa donde se dijo que la artista le habría cerrado el grifo económico a su hijo.
Kiko Rivera cumplió con las expectativas que comentábamos ayer mismo. Su entrevista fue bastante intensa y terminó con el apoyo de su madre. Vestido por su peor enemigo y con un acento bastante extraño, el antedicho no tardó en reconocer que las infidelidades que estuvo a punto de cometer obedecían a un bache en su relación con Irene Rosales.
Kiko Rivera se queja de tener los mismos gastos de siempre aun recibiendo solo 700 euros del Estado. Además, anuncia que no va a trabajar este año. De la primera parte de semejante declaración podemos recordarle que hay viudas que viven, y tienen gastos y ningún cortijo que vender, con 426.
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