Nicole Kidman acaba de reconocer que no está del todo bien. En estas fiestas echa mucho de menos a sus hijos, que adoptó con Tom Cruise, Isabella (18) y Connor (15). Ambos decidieron, en su momento, vivir con Tom y comparten casa con el actor, Surie y Katie Holmes. Todo un drama para la actriz que reconoce que "tuve que aceptar la decisión de sus hijos pero no me gustó".