Según comentaba Marisa Martín Blázquez en El programa de Ana Rosa, la hija menor del rey habría buscado ayuda y se habría puesto en las manos de un psicólogo. Aunque Cristina de Borbón sigue apoyando a su marido y defendiendo su inocencia, está sufriendo una gran presión y no entiende muchas de las cosas lo que está provocando muchas discusiones entre la pareja.
Al igual que hiciera la tonadillera a los medios de comunicación, su abogado defensor, José Angel Galán, comparaba su situación procesal, en clave de agravio comparativo, con la de la Infanta Cristina en el llamado "caso Urdangarin". Esta declaración la ha hecho ante el tribunal que enjuicia de manera separada del macrosumario de Malaya, por blanqueo de capitales, y que sienta a la tonadillera en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Málaga.
La familia Urdangarin sigue adaptándose de nuevo a Barcelona. Tras regresar a la ciudad, lo primero que han hecho es alquilar su grandiosa casa en Pedralbes, al principio se comentó que estaba a la venta, pero después se confirmó que iba a ser alquilada por 13.000 euros al mes. Tras pedir la excedencia en Telefónica, ahora Iñaki Urdangarin se dedica a preparar su defensa, mientras que la infanta sigue con su trabajo en La Caixa.
Tras su regreso a Barcelona, la pareja ha tenido actitudes extrañas. En vez de verles salir de su lujoso palacete en Pedralbes con su habitual todoterreno de cristales tintados, veíamos a Iñaki Urdangarin conduciendo un Volkswagen Golf verde que según comentaban en El programa de Ana Rosa, la Infanta Cristina utilizaba hace dos décadas. Además también se comentaba en en este mismo espacio la manera de vestir de la hija de los reyes de España, que dejaba claro su intención de dar una imagen de austeridad ante lo que está cayendo y lo que va a caer sobre su familia.
Al final la situación en Washington era insostenible para la familia y a pesar de las recomendaciones de la Casa Real, los duques de Palma y sus hijos regresan a Barcelona. Iñaki Urdangarin ha pedido una excedencia a Telefónica, que le renovaba el contrato hace unas semanas, para preparar su defensa en la ciudad condal.
Afortunadamente, en estos últimos tiempos estamos viviendo el ejercicio de nuestra libertad de expresión sobre la Casa Real sin el menor problema. A muchos se les olvida que no hace mucho la revista El Jueves tuvo que pagar una multa por hacer lo mismo y que, nos guste o no, ciertos comentarios son constitutivos de delito según nuestras leyes.
Cuenta la periodista en su columna que son nueve las personas que velan por la seguridad de los duques de Palma, excluyendo a sus cuatro hijos ya que llevan escolta especial. Los nueve miembros son relevados por otros nueve personas por la tarde que se despiden educadamente de los medios apostados en su casa de Pedralbes. Mientras que estos nueve son sustituidos por otros nueve en un turno de noche. En total 27 hombres que Eyre define como altos, jóvenes y atléticos, que se reparten en tres turnos diarios.