El caso de Daniel Sancho sigue teniendo diversas lagunas que nadie entiende. Ahora, todo ha dado un giro que puede ser fatal. Nadie duda que el joven fuera una «buena persona» como dice su abogada y tampoco que el fallecido le amenazara de muerte o le indicase que todo el mundo vería fotografías comprometidas generando miedo en el asesino convicto. Lo malo es que hay detalles que no terminan de cuadrar.