
Adara Molinero, dame pan y dime tonta
Adara, en su tercera entrevista pagada para contar su dolor por la marcha de Gianmarco, hizo un nuevo ejercicio de cinismo y de vergüenza ajena. Jamás se ha visto a un personaje tan endeble que sea tan incapaz de mantener el tipo en cuanto no se enfrenta a las que siguen pensando que es una especie de regalo del cielo.