Susan Schneider, viuda de Robin Williams, y su carta sobre la enfermedad del actor
Susan Schneider ha decidido publicar una carta en la web Neurology con el tÃtulo «El terrorista dentro del cerebro de mi marido». La viuda del actor comenta cómo fueron los últimos momentos del antedicho y el sufrimiento que venÃa padeciendo por culpa de la enfermedad que padecÃa.
La antedicha comenta que el intérprete «padecÃa demencia de cuerpos de Lewy. Se suicidó en 2014 al final de una intensa y confusa persecución de su enfermedad, de sus sÃntomas y de su patologÃa. No estuvo solo en su traumática experiencia con esta dolencia neurológica. Un millón y medio de personas en Estados Unidos padecen la misma enfermedad».
«No fue hasta tres meses después de su muerte cuando el forense confirmó que padecÃa esta enfermedad. Los cuatro médicos que he visitado tras el deceso me han confirmado que era uno de los peores casos que habÃan visto nunca. HabÃa perdido hasta el cuarenta por ciento de neuronas y el resto estaban infectadas por los cuerpos de Lewy».
«Durante nuestros siete años juntos siempre comentábamos que éramos como el ancla de la otra persona. Nos sentÃamos inspirados por la presencia del otro. A finales de octubre de 2013, en nuestro segundo aniversario de boda, Robin habÃa estado luchando contra sÃntomas como el insomnio, una pérdida del olfato y cierta ansiedad. También le temblaba un poco su mano izquierda. Esto se le atribuyó a una lesión en el hombro».
«Ese fin de semana se sentÃa especialmente mal. SabÃa cómo reaccionaba cuando sentÃa miedo o ansiedad pero estos sentimientos habÃan llegado a un nivel alarmante. Hasta que falleció no sabÃa que esas sensaciones son los primeros sÃntomas de la enfermedad arriba comentada».
«Durante el rodaje de Noche en el museo 3 tuvo problemas para recordar el guión. Tres años antes habÃa estado Broadway durante cinco meses haciendo teatro sin problema alguno. Esta pérdida de memoria y la ansiedad que sentÃa le estaban destrozando».
«Nunca supe el nivel de sufrimiento que tenÃa pero sà se que interpretó el papel más duro de su vida. En el segundo fin de semana de agosto de 2014 parecÃa estar mucho mejor. Hicimos todo lo que nos gustaba hacer los sábados. El domingo por la noche sentà que él estaba mejor. Nos fuimos a dormir. Él me dijo «buenas noches amor» y le respondà lo mismo. Sus palabras siguen resonando en mi corazón». Emotiva carta de la que esperamos vuestra opinión y comentario.
VÃa | Neurology
Imagen | Gtres
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