Supervivientes pone en riesgo la vida de los concursantes con una prueba absurda
Supervivientes puso ayer en riesgo la vida de los concursantes con una prueba absurda a cambio de un bocadillo de calamares. Entendemos que la cadena privada puede hacer, según parece, lo que estime más oportuno en sus programas, pero destrozar la ley de prevención de riesgos laborales nos parece que debería ser estudiado por las autoridades pertinentes.
Y decimos esto porque los concursantes no dejan de ser trabajadores de Mediaset que han firmado un contrato en el que ceden su imagen a Telecinco. Poner a seis personas que llevan 60 días sin comer adecuadamente a mover una rueda de madera bastante pesada por la arena de la playa era apostar a ver quién resultaba lesionado.
A Fabio se le salió el hombro y pudo contarlo mientras se comía el bocadillo de calamares con el resto de concursantes. Colate salió peor parado y sufrió un ligero daño en una costilla. Albert también se dislocó el hombro en una prueba posterior.
Antes de todo esto, se rumoreó, en una trama con muy poco recorrido, que Dakota había agredido a Colate. Nadie esperaba que los acontecimientos dieran tan importante giro. Pero que nadie piense que la cosa iba a quedar ahí. A Mónica Hoyos le propusieron comer vómito de caballo y grillos para poder recibir la visita de su hermana.
Mónica fue la repescada para el concurso finalmente. Al resto del personal se le permitió ducharse y hasta el jueves que viene. ¿Nadie va a actuar de oficio tras la animalada que vimos ayer? Abrimos los comentarios para que nos permitas conocer tu opinión al respecto.
Vía | Telecinco
Comentarios cerrados