Silvia Abascal comenta la «virtual lapidación» que sufrió Verónica Forqué

Silvia Abascal comenta la «virtual lapidación» que sufrió Verónica Forqué

Escrito por: dlopez    20 diciembre 2021    3 minutos

Silvia Abascal ha decidido hablar muy claro de cómo nadie hizo nada para salvar a Verónica Forqué de su triste final.

Silvia Abascal ha decidido hablar muy claro de cómo nadie hizo nada para salvar a Verónica Forqué de su triste final. La actriz se refiere a la extinta como su madre en la pantalla. Su trabajo en Pepa y Pepe será siempre recordado.

Ella comenta que «Nadie ha matado a Vero. Ha sido ella. Su decisión. Necesidad de paz y descanso que vuela respetablemente por encima de nuestro dolor. Con respecto a Vero lo he hecho tapada entre cojines de tristeza y pudor; de incomprensión. Resignada en el ya está grabado pero sin dejar de plantearme su exposición».

Veronica Forque

«No hace falta conocerla desde hace casi 30 años, ni ser un profesional médico para al verla, darse cuenta de que no estaba bien» añade indicando su sorpresa por el castigo inmediato que sufrían otros concursantes con actitudes similares a la de Verónica. Sin embargo, este año se ha pasado por alto todo lo anterior permitiendo algo inadmisible sin que nadie parezca ser responsable de ello.

«Se le permitía participa ni continuar en lamentables y evidentes condiciones. Ella quería, vale. Pero ante el poder de decisión que se tiene sumergido en el desequilibrio, ¿qué poder de decisión tenemos los demás? Sin entrar ni en problemas de salud mental. No entendía por qué en ediciones anteriores, salidas o comportamientos infinitamente menos cuestionables fueron «penalizados» al momento y no en esta ocasión. Tuvo que ser Vero la que dejara su participación por propia voluntad. ¿Le correspondía a ella esta decisión o a nosotros? No dejo de preguntármelo».

«¿Cuál era el sentido de hacer parodia de esto? Tampoco lo entendía. Menos dándose de bruces con el que era su estado actual». No entendía los «comentarios salvajes, despiadados en la redes y su propio muro» e ignora cómo «estaría gestionando toda esa virtual lapidación».

«No me atreví a volver a escribirla, desde hacía un tiempo no contestaba a mis mensajes. Me duele en lo más profundo la idea de que se haya ido pensando, sintiendo… que habiendo sido una de las actrices más queridos, había pasado radicalmente a estar en el lado contrario». «El foco no está en las caras visibles del programa; compañeros y presentadores. Sino en las invisibles; las cabezas pensantes que lo crean y las que lo consumen. Insisto: yo sí lo vi. Yo sí compartí con muchos amigos y compañeros esta absoluto incomprensión sin despertar del letargo. Sin plantearnos ni por un segundo la posibilidad de que se pudiera frenar. De por lo menos intentarlo. Hoy me pesa y me duele por todas las partes».

Sentencia con «la responsabilidad de este horror de desenlace no pasa ni por asomo por un concurso y los comentarios generados. Está claro. Pero igual de claro es, que como profesionales del medio o espectadores… como seres humanos, seamos conscientes, responsables, de que la falta de límites en la exposición y el insulto no ha ayudado ni ayudará nunca en el delicado proceso de un trastorno y su recuperación. Individual y colectivamente; reflexión, autocrítica, aprendizaje. No podemos volver a quedarnos horrorizados de brazos cruzados y en la sombra. No puedo». Amén a todo lo que expone con una claridad indudable. ¿Dará alguien la cara en este país alguna vez?

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