Sálvame celebra la Nochebuena con una astracanada infumable

Puestos a engañar da lo mismo ofrecerles a los espectadores un programa grabado tan infumable como de vergüenza ajena. El actor, el empresario y otros tantos decidieron no participar, al menos les queda cierto honor, pero los segundones se tiraron de cabeza para formar parte de un espectáculo dantesco, aburrido, sin ritmo y de juzgado de guardia.

Es curioso que Mediaset intente copiar a TVE con una especie de Telepasión de teatro portátil que no había quien se tragase o, como indicó alguien en Twitter «esto es un Tu cara me suena de marca blanca». Por un lado, los de turno, y por otro Soraya, Alejandro Abad, el humorista y un público que lo aplaude todo por una botella de agua y un bocadillo.

Bochornosa fue la actuación de Lidia Lozano en lo que iba a ser un homenaje a Lina Morgan. Carmen Borrego como Marisol hizo lo que pudo. Carmen Alcayde sí que se curró su canción algo más. El resto no sirvió ni para leña.

Pero es lo que hay. Se le mete al personal cuatro horas y pico de mamarrachada continua, se adoba con parones publicitarios cada vez más largos y se piensa que como nadie ve la televisión en un día tan señalado pues no pasa nada.

Y vaya si pasaba. De hecho, sigue pasando y exigiéndose que despidan a Jorge Javier Vázquez e incluso que se tomen medidas legales sobre sus amenazas y vejaciones. Qué pena que la que ayer se disfrazó de Rafaella Carrá siga prefiriendo la risa falsa y la pose. Ya veremos cómo alardea de feminismo cuando comience el documental de su amiga.

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