Rocío Carrasco: «quiero que se haga justicia»
Rocío Carrasco dejaba ayer sin palabras a media España con la narración de los hechos por los que se le ha juzgado durante estos últimos 20 años. Totalmente destrozada, rota y llorando amargamente en muchas ocasiones, tuvo el valor de abrirse en canal y de hacer honor al tatuaje que cubre su espalda.
Apostó por ir comentando diversos episodios relacionados con su maternidad, siempre aportando documentos legales, su intento de suicidio, su fuga del hospital, cómo su hija llegó a indicarle a su padre en GH VIP tras semejante incidente que «todo está mejor que como lo dejaste» o cómo Flores intentó vender los documentos de su alta del hospital a dos revistas.
El primer episodio fue muy emocionante y hay que reconocer que a pesar de su diagnóstico (trastorno ansioso depresivo), Carrasco tuvo el valor necesario para enfrentarse de bruces a su dura realidad. El segundo fue definitivo para terminar de comentar su verdad.
Reconoció que su madre le indicó que no se fuera con Antonio David. Ella estaba totalmente enamorada e indicaba que no todo fue color de rosa. «Me empiezo a dar cuenta que las cosas que me decían podía ser que fueran verdad. Desaparecía y aparecía con la novia de un compañero».
A dos niños, «los agrede físicamente sin saber que uno de ellos es hijo del cabo de la Guardia Civil. Hay juicio y le cae otra condena». «Hubo alguna agresión verbal, de inútil, de no sirves para nada, estás gorda, eres tonta… y ya no es la palabra, es la forma. Él tenía una cara de puertas para adentro, prepotente, de todo sabía y tú no sabes nada y luego estaba la otra parte cuando había cámaras, que era todo maravilloso, besos, qué guapa, delante de la gente. Cuando terminaba el día, en la intimidad, me decía que lo hacía por mi bien y tú en ese momento lo piensas, no lo ves, no te das cuenta de la gravedad que tiene, llega un momento que lo normalizas».
«Recuerdo un tirón de pelos, me coge del pelo y me da para abajo pero no sé de dónde viene el por qué de eso. Yo me siento por un lado que me quiero ir a mi casa, lo cual no voy a hacer, y por otro estaba que no me podía mover pero digo me levanto y lo reviento. Pero no hice ninguna de las dos cosas. No tengo claro cómo pasó, pero pasó y fue a mayores» continuaba indicando.
«Me agarra del pelo y me dio con la cabeza en la mesa y subió echándome a mí la culpa de todo lo que le ocurrí en ese momento. Hay muchos episodios de mi vida de esa época que no sé si por defensa personal o qué, los tengo olvidados. Lo achaco a que el daño que se me estaba ocasionando a mí, lo daba por bueno, lo justificaba, lo dejaba pasar».
«Después de eso llega un llanto, un perdóname, hay que ver lo que me está pasando, me están crucificando… cosas que yo justifico y disculpo. Lo veía normal y ahora pienso que qué poco sabía yo que iba a ser mi verdugo». Rocío aclaraba que cuando Flores le dejaba sus hijos le decía «voy a hacer que te odien, te los voy a quitar, te vas a cagar». Carrasco sigue pidiendo «que se haga justicia». De ti depende que conozcamos tu opinión al respecto de unas declaraciones que la ministra Irene Montero ha comentado indicando que Carrasco fue víctima de malos tratos. Abrimos las líneas de debate.
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