La reina de España cumplió ayer 71 años

Aunque se suele decir aquello de que la edad de las mujeres nunca se debe confesar, lo cierto es que Doña Sofía es de las que les importa más la experiencia y la veteranía de la madurez que las cifras que ondean en la tarta de cumpleaños. Y así es como se muestra una mujer que ha demostrado, a lo largo de la historia de España, que ha sabido ser una consorte leal e íntegra.

Por eso, aunque se merecía una fiesta de aniversario con todo el boato y el lujo posible, la monarca española decidió seguir con su agenda, acudiendo allí donde el protocolo dicta en cada momento. De todos modos, Doña Sofía, también disfrutó, como cualquiera de los mortales, de su ‘cumpleaños feliz’ y de sus buenos deseos para el futuro.

Y es que ayer mismo los Reyes tuvieron que presidir la reunión anual del Patronato del Instituto Cervantes. En esa misma reunión se encontraban José Luis Rodríguez Zapatero junto a los Ministros de Educación y Cultura. Además, representando al mundo cultural, también estaban presentes: Mario Vargas Llosa, Jorge Edwards, Ana María Matute y Teresa Berganza.

La cena se celebró en el Palacio de El Pardo y Don Juan Carlos, aprovechando su discurso, finalizó con un brindis dedicado exclusivamente para la Reina. De esta forma, como un pequeño homenaje, brindó con todos los invitados deseándole «toda la felicidad del mundo». De este modo, casi de forma sorprendente, Doña Sofía se convirtió en la anfitriona de una fiesta sorpresa llena de buenos deseos por todos los integrantes.

Aunque no pudo celebrarlo en la intimidad, como era su deseo, al menos sí una de sus hijas estuvo acompañándole. La Infanta Elena, que acompañó a sus padres para el evento institucional, aprovechó, también, para estar al lado de su madre en tan feliz momento.

Vía | Diez Minutos

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