La Re-vuelta de Gran Hermano comienza su andadura

Antes de comenzar a glosar la primera gala de «La re-vuelta» me gustaría comentar que ayer sí pudimos ver al verdadero Pepe Flores. Controlador, seguro de sí mismo y siempre analizando la situación, mostró que todo lo que ha hecho en la casa es una gran mentira y que con trescientos mil euros en el bolsillo se acabaron las caras de tonto y la supuesta inocencia.

Dicho esto, la primera sensación que tenemos de este «nuevo» programa es que el año pasado hicieron exactamente lo mismo. La idea nos parece buena pero quizás esté todo demasiado fresco como para volver a insistir en esta especie de circo romano donde el público, no nos engañemos, quiere que las parejas terminen matándose y no arreglando sus «conflictos».

En la casa entraron Sindi, Sergio y Azucena con las madres de los dos primeros, Hugo y María, el trío formado por Dani-Berta-Christian, David (que quiere demostrar que puede hacer algo digno en el programa), otro cuarteto formado por Michael-Ariadna-Mari Joy-Aless, Vero y Marta y Ochoa que declaró haber parado los preparativos de su boda para entrar en la casa aunque no tiene conflictos (esto es, ha entrado para cobrar lo que nos parece perfecto).

Con semejante panorama sólo podemos cruzar los dedos y rezar para que la genialidad de Dani se mezcle con la prosa callejera de Christian en algún enfrentamiento. Esperemos que el resto de los concursantes opten por hacer de esta nueva oportunidad un programa distraído que enganche a los espectadores.

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