Problemas para la anulación matrimonial de Cayetano Rivera y Blanca Romero

Problemas para la anulación matrimonial de Cayetano Rivera y Blanca Romero

Escrito por: Sacra    14 octubre 2009    2 minutos

A pesar de la discreción con la que esta pareja quiere llevar sus asuntos personales, desamor incluido, siempre hay una alma generosa que nos ofrece pinceladas de cruda realidad donde, parece ser, no es todo tan idílico como parece. En este caso ha sido el ex suegro de Cayetano Rivera Ordoñez el que, en una exclusiva para la revista «¡Hola!», cuenta las dificultades que se están produciendo a raíz de solicitar la anulación matrimonial.

Aunque ya hace cinco años de la separación de esta pareja de guapos, ha sido ahora cuando, al parecer con mucha prisa, el torero necesita desligarse, totalmente, de las ataduras maritales que le unen a la modelo. Quizás esta imperiosa necesidad sea debido a los rumores de su deseo por contraer nuevas nupcias con su actual novia, Eva González.

Pero para Rafael Romero, padre de Blanca, le resulta excesivamente complicado que el Tribunal Eclesiástico les conceda la nulidad. Y así lo expresó cuando salía de prestar declaración, sobre esta cuestión, en la sede de Madrid. De igual modo comentó a la prensa el disgusto con el que su hija estaba llevando todo este proceso. Precisamente fue ella la que hace un año quiso la disolución de este matrimonio, siendo Cayetano el que no puso ninguna voluntad por su parte y negándose tajantemente. Ahora, en cambio, es otra la necesidad y, según el ex suegro: «está nervioso por conseguirlo».

Mientras tanto Blanca Romero «está muy indignada«, tanto es así que, siempre bajo la versión del padre, intentó impedirle a su progenitor que fuera a declarar, intención que, como hemos podido comprobar, ha quedado olvidada.

Según distintos rumores que circulaban por la prensa del corazón, esta urgencia de Cayetano por conseguir la nulidad, era debido a que Eva González sólo consentiría casarse con él si era de blanco, por la iglesia y con todas las tradiciones que supone darse el ‘si quiero’ cara a la galería. Y yo todavía me pregunto si para que dos se amen hace falta tanto espectáculo.

Vía | Hola