Los Príncipes de Asturias crean una fundación con el legado de Balada

Fue una de las noticias más impactantes del año sobre todo por los inusuales destinatarios a los que iba remitido una de las herencias más importantes de las últimas décadas en nuestro país. El empresario menorquín, Juan Ignacio Balada Llabrés, que falleció el 18 de noviembre de 2009 en Ciutadella, Menorca, dispuso que su cuantioso legado pasara a manos de la Casa Real.

Tras algunos debates institucionales que mezclaban cuestiones éticas y económicas a partes iguales, fue en enero del presente año cuando se determinó que, tanto los Príncipes de Asturias como los ocho nietos del Rey aceptaban esta herencia, siempre respetando las decisiones del empresario que determinó que la mitad de la misma fuera destinada a la creación de una fundación de interés general, gestionada por don Felipe y doña Letizia.

Y es así como se ha creado la Fundación Hesperia y que está destinada al estudio y apoyo de la institución monárquica, tanto en nuestro país como en el extranjero, así como su difusión a través de la ciencia y el arte. El Ministerio de Educación ya ha registrado esta nueva institución cuya sede social se encuentra en el Palacio de la Zarzuela y cuenta con una dotación de cuatro millones de euros procedentes de la herencia de Juan Ignacio Balada.

Otros objetivos que ha de cumplir esta organización es la de formar a los jóvenes para que tengan un acceso más fácil al mercado laboral, así como la promoción, fomento y apoyo a distintas propuestas y proyectos de carácter social. De igual modo, la cultura en sus diversas manifestaciones, encontrará su hueco para ser promocionada.

El resto del legado, un 50 por ciento de todo el patrimonio, se ha adjudicado individualmente a los herederos de la Corona así como a sus ocho nietos.

Vía | Diario de Mallorca
Foto | Cadena Ser

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