La portada de Lecturas que ha enfadado a los diagnosticados con depresión

La portada de Lecturas que ha enfadado a los diagnosticados con depresión

Escrito por: dlopez    13 febrero 2025    2 minutos

La portada de la revista Lecturas de esta semana ha provocado que los pacientes de depresión se hayan cabreado, y mucho, con Mercedes Milá. Nada es lo que parece.

La portada de la revista Lecturas de esta semana ha provocado que los pacientes de depresión se hayan cabreado, y mucho, con Mercedes Milá. Nada es lo que parece.

Si accedes a la web de la revista, o la ves en un quiosco, te llamará la atención que Mercedes Milá anuncie que su tratamiento está siendo poco eficaz. Seguro que piensas, como cualquier otro, «no estará demasiado deprimida cuando ha dado una exclusiva». Lo malo es que la periodista no ha concedido entrevista alguna a una revista que se limita a transcribir las palabras que Milá le dijo a Nierga en su programa 59 segundos.

Decía Mercedes sobre los síntomas de su depresión que «Es como una espada de Damocles que tienes siempre encima de la cabeza. Me dijeron que podía aparecer y desaparecer en muchos momentos. De repente sientes en la boca del estómago como un puñalito y dices, ‘ya está ahí”, ha explicado la periodista que lleva años medicándose. “Tomo pastillas, pero hay veces que no me hacen efecto. Hoy me ha ocurrido y he estado llorando como una idiota muchas horas. Tenía los ojos tan hinchados que me he tenido que poner hielo. Lloras por una tristeza, por una melancolía, por una sensación de vacío, de infelicidad. Piensas que toda tu vida no ha servido de nada…».

Fue la marcha de Carlos Castillo, el empresario con el que compartió varios años, la que provocó la depresión. El primer mazazo fue aquel desamor terrible, durísimo. En aquella ocasión me dijeron que la depresión era por una razón de amor, que le pasa a muchísima gente, que no pasaba nada. Si no tienes más, aquí se queda la cosa. Las pastillas y la ayuda psiquiátrica me ayudaron, pero ‘GH’ fue la liberación».

«Le dediqué tantas horas que acabó matándome. Los médicos me dijeron que no podía seguir y era cierto. No podía. Me da miedo que aparezca de nuevo el monstruo. Notar la ansiedad, el horror, la angustia en la boca del estómago. A la que aparece la tercera depresión, ya es una enfermedad crónica. Y ahí estoy yo. Estoy bien a ratos. No me puedo quejar de nada, solo del cerebro. Tengo trabajo si quiero, mi familia está bien, tengo casa…» sentenciaba. Que conste, la revista lleva a portada a la periodista, pero no hay exclusiva alguna. A todos los que padecen la enfermedad, nuestro más sincero mensaje de recuperación.

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