Nuevo escándalo en Gran Hermano, ¿concurso o tongo?
La dirección de Gran Hermano parece no tener en cuenta ni los micrófonos abiertos, ni la documentación a la que tienen acceso a los concursantes.
De hecho, Violeta le dijo a Ruvens que volvería a la casa «porque lo he visto en un papel», a Manu le dieron el poder de repescar a Laura y las discusiones parecían más que guionizadas entre los concursantes. Pues bien, ayer mismo fue Daniela la que dejó entrever que el tongo está más que comprobado.
Un micrófono abierto permitió escuchar a la colombiana haciendo alusión a «una promesa» que la había hecho la dirección a cambio de que se quedase en el concurso. Como es lógico, si todo el que concursa tiene sus chanchullos con el programa para seguir en el formato es porque los concursantes se manejan bastante bien en el medio y, principalmente, porque la dirección ya sabe cómo se va a desarrollar el programa.
Lo que siempre ha sucedido en el concurso se ha convertido este año en un descaro que hunde la reputación del programa para siempre. Si la primera edición del formato sirvió para conocer a anónimos, posteriormente se apostó por incluir a gente del medio, modelos y actrices que han ido representando un pésimo papel a costa de las llamadas de los espectadores.
Nadie se explica cómo la dirección hace caso omiso a los comentarios de miles de seguidores que les acusan de amañar el concurso. El tiempo será el que aclare cómo termina una edición que debería servir para corregir los errores comentados de cara al futuro.
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