Nueva y bochornosa pataleta de Anabel Pantoja en Sálvame
Una vez más, Anabel Pantoja se hace la víctima, lloriquea y se hace la ofendida al escuchar la verdad. De casta le viene al galgo, pero lo de ayer fue de traca. Lo malo es que cuando le reconocen que es una vaga, su reacción es amenazar con que va a irse del programa y con la presión que está recibiendo.
A pesar de encontrarse en la treintena, esas salidas de niña pequeña se ven justificadas por las críticas que recibe (según ella). Se quejó de que le critican por comer o por todo tipo de actividades que no tienen ninguna relación con ser colaboradora.
Además, la que promociona joyas de 50 € que valen 7€ parece ser juez y parte así como sentirse casi protegida por su tía. Claro que cuando hay que lidiar con Matamoros o Antonio David, todo fue de vergüenza ajena. De hecho, mientras ella se rasgaba las vestiduras en plan Escarlata O’Hara, los antedichos merendaban y se pitorreaban de ella.
Sabemos que no se va a ir porque trincar 600 euros en una tarde por merendar es demasiado goloso como para renunciar a semejante bicoca. De hecho, incluso impuso tres condiciones para quedarse. La que menos preparación tiene exige a los veteranos. De traca. Quejarte de que te paguen el viaje a Madrid, el hotel y las dietas es como vivir en una realidad paralela de la que no te apetece salir. En fin, sus rabietas no dejan de ser un síntoma a tener en cuenta para valorar mejor a un personaje satélite de otro en horas muy bajas. De ti depende que conozcamos tu opinión al respecto.
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