Michael Phelps, declarado culpable por conducir bajo los efectos del alcohol
Michael Phelps es uno de los mejores nadadores de la historia y también una persona que sabe lo que hace. Pocos deportistas de élite reconocen públicamente tener una adicción pero Michael así lo hizo. Tras ser detenido, el pasado treinta de septiembre, por conducir borracho ya se ha conocido la sentencia: un año de cárcel que el juez ha permutado por un año y medio de libertad vigilada.
Phelps fue cazado por la policía cuando circulaba a mayor velocidad de la permitida por el túnel Fort McHenry de Baltimore. En un test de alcoholemia dio 0.14 cuando lo permitido en ese estado es de 0.8. El deportista llegó acompañado de su familia. Su defensa recordó que Phelps comenzó un tratamiento de desintoxicación justo tras ser arrestado.
El deportista no ha tenido el más mínimo reparo en reconocer que «ahora mismo tengo más recursos para superar lo que me sucede. Lo que hice estuvo mal y fue un grave error. Tengo ganas de tener un futuro mucho más brillante que mi pasado». El juez, Nathan Braverman, le recordó que del alcoholismo no se sale tan fácilmente «espero que le haya quedado clara la sentencia, si vuelve a equivocarse su destino será la cárcel».
Phelps sigue reconociendo que su error fue grave y que no se repetirá en el futuro. En lo que a entrenamientos se refiere todo parece indicar que ya ha comenzado a recuperar su forma física. Su entrenador ya ha indicado que «hasta marzo» no se podrá decidir si Michael va a volver a la competición de alto nivel o no. Sirva el ejemplo de Phelps para todos los que siguen bebiendo antes de conducir.
Vía | Page Six
Imagen | Gtres
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