Melissa McCarthy, sin complejos en la portada de la Rolling Stone estadounidense

Es más que probable que Melissa McCarthy haya ayudado, de forma inconsciente, a millones de mujeres en todo el mundo al hacer de sus kilos de más una de sus virtudes. Con claridad meridiana y tirando del sentido del humor que le ha servido para tener una exitosa carrera profesional la actriz posa en la portada de la revista sin complejos.

Melissa comienza indicando que se pasó diez años en los clubs de Nueva York y Los Angeles intentando tener éxito. Ella misma se puso un plazo personal, si a los 30 años no conseguía su sueño dejaría de ser actriz. Una semana antes de su trigésimo cumpleaños fue llamada para el casting de Gilmore Girls, diez años después es una de las actrices de comedia más efectivas de la industria.

Cuando era niña asustaba a su padre al agarrarse a su pierna e impedir que se fuera al trabajo. De adolescente fue animadora y miembro del consejo de estudiantes pero pronto cambió esa forma de ser para convertirse en una bailarina de discoteca, teñirse el pelo de negro y llevar «cosas extrañas» en sus brazos. Bebía vino y cerveza barata y «robaba jerseys en todas las tiendas, me los ponía encima y me iba».

Poco a poco fueron llegando los quilos de más y ahora mismo piensa que «es cierto que podría beber menos, que podría comer mejor y que debería hacer más ejercicio pero siempre pienso que mañana me puede atropellar un autobús al día siguiente». Genio y figura.

Vía | Rolling Stone

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