Lucía Pariente se viene abajo en el plató de Supervivientes
Lucía Pariente perdió toda su fuerza en la isla. Ayer en el plató no fue ni la mitad de impulsiva e insultante que siempre ha sido. Ella misma se calificaba de «pandillera verbal» e incluso comentaba que no sabía si iba a ir a su casa a dormir.
Pidió un pañuelo para enjugar sus lágrimas porque se dio cuenta de que ha dado una imagen demasiado negativa de su persona.“No me hagas esto que te tengo que sujetar la mirada y no tengo fuerzas” le decía a un Vázquez al que le confesaba un pánico al silencio que tenía que rellenar.
Su hermana Almudena llegó a reprocharle su actitud de forma acertada. Lucía respondió que “Nos falta cabeza y nos sobra patata”.“Si soy sincera he sido un líquido conductor. Durante todo el concurso, cosa que he dicho, cosa que se le ha vuelto en su contra” indicaba refiriéndose a su hija de la que comentaba que le había venido bien «tener a un culpable».
“Nadie es una sola persona, todo el mundo tiene muchos matices y muchos colores. No somos robots, somos personas y nos acaloramos. No somos distintas al resto de la humanidad” reconocía. A Kiko Matamoros le pidió perdón por sus palabras. Kiko le respondía que “En nombre de mi hija acepto ese perdón y lo agradezco. Pero en mi nombre te diré que no tienes ni idea de cuál ha sido la vida de mi hija y a mí me gusta más la vida que ha tenido mi hija, que la vida que ha tenido la tuya. Yo a mi hija siempre le ha dado la libertad para que hiciera de su capa un sayo”.
Ella remataba indicando que no pensaba que Laura fuera una guarra pero sí «que tiene una defensa diaria de cuatro horas». Ante semejante derroche de buenos sentimientos Vázquez le recordaba que “Os habéis quedado sin crédito, ¿Eres consciente de que mucha gente os está viendo como dos zumbadas?”. Ahora será cuando empiece el baile. Esperamos vuestros comentarios al respecto.
Vía | Telecinco
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