Lindsay Lohan prefiere la rehabilitación a la cárcel
Lindsay Lohan o es el espíritu de la contradicción o bien los acontecimientos parecen llevarla hacia el ojo del huracán. Cuando su abogado Mark Heller le dijo, hace ya algunas semanas, que debía entrar en una clínica de rehabilitación para evitar la cárcel ella dijo que no necesitaba entrar en semejante sitio porque no tenía ningún problema de adicciones.
Ayer, ante el juez, todo cambió radicalmente. El fiscal pidió una condena de cárcel o bien la entrada en un centro de rehabilitación por un período de 90 días escogió la segunda opción alegando que quiere «vencer mis problemas con la adicción a ciertas sustancias».
Lohan le ha comentado a sus amigos que esos tres meses en un centro le servirán para centrarse más en ella misma y alejarse de todo el ruido de los medios de comunicación. A esos mismos amigos les comenta que no tiene ningún problema de adicción pero que no ha tenido otra opción.
Los encargados del centro de rehabilitación ya han comentado que con esa actitud es absolutamente imposible conseguir nada de ella. Si entra en un centro así diciendo ya que no tienen ningún problema difícilmente se le podrá ayudar a superar un problema que es evidente y que de hecho le ha costado ya varios dolores de cabeza.
Esperamos vuestros comentarios a este respecto. ¿Será esta la última vez que Lohan entre en un centro de estas características? ¿Logrará vencer a sus propios fantasmas y superar sus problemas de una vez por todas? ¿Será el punto final a su carrera?
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