Lindsay Lohan, escándalo en el concierto de Coldplay

Lindsay Lohan sigue pensando que es una personalidad importante a la que hay que invitar a cualquier acto que se precie. Lo malo es que cuando la realidad supera a la ficción se produce un duro golpe del que cuesta trabajo recuperarse.

El pasado miércoles Coldplay tocaron en Los Angeles en un concierto con todas las entradas vendidas. Lohan tenía la suya pero esperaba recibir un mejor tratamiento ya que intentó pasar al backstage para visitar a la banda tras el show.

Los insobornables guardias de seguridad no dudaron en denegarle la entrada. Tras este primer golpe la actriz insistió en que revisaran la lista de invitados pero la respuesta fue negativa así que Lohan optó por montar el número.

Tras saber que Gwyneth Paltrow, pareja del cantante del grupo, y Kate Bosworth estaban allí no dudó en comenzar a insultar a diestro y siniestro y a comportarse como un animal.

Kate parece estar relacionada con el bajista de la banda, Guy, que ha sido amante del «agua de fuego» y al que quieren mantener un tanto al margen tanto del alcohol como de las malas compañías. El marketing de la industria musical hay que cuidarlo y al parecer eso es lo que han hecho Coldplay.

Lohan sigue siendo esa niña mala a la que nadie quiere ni ver por lo que resulta curioso que ella siga pensando que «debe ser invitada» a cualquier acto que se precie. Ojalá que los cambios lleguen a su vida cuanto antes porque de lo contrario lo va a pasar peor de lo que parece.

Vía | The Sun

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