Lindsay Lohan, compañeros de la Betty Ford hablan sobre su estado

Lindsay Lohan entró finalmente en la Betty Ford aunque poco después quiso abandonar el lugar tras comprobar que no se le permitía tomar una medicación a la que es adicta. Desde entonces poco hemos sabido de la actriz y ahora han sido sus propios compañeros los que han querido comentar cómo está la actriz.

Sus primeras impresiones no pueden ser más demoledoras. La actriz parece estar fuera de sitio y sigue sintiéndose obligada a estar allí para evitar la cárcel. Quizás por eso deambula por la clínica, según los testimonios, casi como un fantasma, sin peinarse y con la cara hinchada.

Lohan se ha quejado ya de que sin Adderall, la anfetamina que toma habitualmente, no puede parar de comer y por eso ha cogido ya más de dos quilos de peso. La actriz reconocía hace poco que «padezco déficit de atención y necesito tomar ese medicamento para mantener mi atención. Igualmente, lo uso para mantener mi línea. De no tomarlo no puedo parar de comer».

El doctor Drew Pinsky ha comentado que «el Adderall funciona bien para el déficit de atención y al principio los cambios son bastante buenos pero con el paso del tiempo se convierte en un medicamento que provoca adicción y en un problema para el paciente».

Un paciente de la clínica ha comentado que «para ella el estar aquí es sólo una excusa para no estar en la cárcel pero no se preocupa del tratamiento. Así no podrá lograr el objetivo de estar sobria alguna vez». Cada vez le queda menos para volver a salir y volver a sus adicciones a la que pudo haber sido y jamás será. Esperamos vuestros comentarios al respecto.

Vía | Radar

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