Kim Kardashian se plantaría en un cuarto hijo, es una obsesa de la limpieza y cuenta su ritual de belleza

Kim Kardashian vuelve a ser portada de la revista «Elle» donde luce su cuerpo y habla sobre su vida y negocios. La hija de Kris Jenner explica: «Mi vida es caótica, así que mi casa es supersimple. Todo tiene que estar limpio», incluso su teléfono móvil: «No puedo tener el móvil lleno. Al final borro todo que no sea una conversación actual, si necesito información, la mantengo. Si no, la tengo que borrar. No puedo ver demasiado ruido». Eso sí en todo este orden hay una excepción, la habitación de juegos de sus hijos.

En este asunto vuelve a hablar de la gestación subrogada y deja claro que su hija Chicago tiene el material genético de su marido y de ella. Aunque odia estar embarazaba, le hubiera gustado poder haber dado a luz a su tercer hijo, aunque sabe que sus problemas con la placenta en sus dos anteriores partos, no lo hacían posible. Explica que pidió a su gestante subrogada que diera a luz en Los Ángeles; que fuera supervisada por su ginecólogo y que comiera alimentos ecológicos, aunque reconocía que le dijo que si quería un donut o helado que se lo comiera.

La pareja podía haber elegido el sexo de su tercer hijo, pero optaron por transferir a la gestante subrogada el más sano de todos los embriones que tenían y ese era una niña. Cuando le preguntan si repetiría, lo duda y explica que cuatro sería su máximo: «No creo que pueda manejar más de ese número».

Lo que maneja a la perfección es su ritual de belleza y aunque deja claro que no para de trabajar porque fue educada de esa manera, no le falta tiempo para mantener al día su aspecto que es la base del imperio de la familia Kardashian. Entrena una hora, a las 6 de la mañana, lo que califica como una tortura, después la peinan y maquillan todos los días durante una hora, lo que la divierte. Cada 10 días se hace la manicura y la pedicura y la cejas cada tres semanas. Luego no hay que olvidar el blanqueamiento de dientes, bronceadores, depilación láser, varios láseres para el estómago y los muslos, vitaminas diarias para la piel y el cabello, además de su ocasionales cambios de estilo capilar. Eso sí sus pestañas son naturales, afirma que las ha heredado de la parte armenia de su familia.

Vía | Elle

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