Kim Kardashian no se siente cómoda al hablar de su vida íntima

Kim Kardashian ha vuelto a sorprendernos. Tras vender un vídeo de alto voltaje y posar desnuda varias veces al año, muestra su pudor sobre su intimidad. La socialité comenta que «es divertido, en casa soy mucho más conservadora que en público».

«Mi personaje es salvaje y sexual, pero no me siento bien cuando hablo sobre sex* y soy bastante conservadora al respecto. Soy así, puedo ir a un estudio y desnudarme delante de 50 personas, pero si estoy con mi pareja en la cama soy tímida e insegura. Tengo dos personalidades. Creo que la maternidad me ha permitido confiar más en mi atractivo».

Para ella, el posar en topless no deja de ser algo que «me da poder. Posé cuando había ganado unos 30 kilos por mis embarazos y no me sentía demasiado bien ni con mi cuerpo, ni con mi alma. Internet era un pitorreo constante y me comparaban con una ballena. No perdí peso rápidamente. Ocho meses después pude mostrar mi cuerpo. Me sentía muy bien y quería exponerlo al mundo».