Kevin Spacey busca tratamiento entre una oleada de acusaciones

Kevin Spacey busca tratamiento entre una oleada de acusaciones de acoso y abusos sexuales. Anthony Rapp abrió la puerta a muchos otros testimonios que hablan del inaceptable comportamiento del actor. En declaraciones a Variety, un representante del ganador de Oscar, declaró ayer: «Kevin Spacey se está tomando el tiempo necesario para someterse a una evaluación y tratamiento» y añadió: «No hay más información disponible en este momento».

Además de Rapp, el actor y director Tony Montana afirmó que Spacey aparentemente borracho «agarró todo mi paquete» en un bar en Los Ángeles en 2003. Otro hombre, que quiere mantenerse en el anonimato, contó en un programa de la BBC 2 que pasó un fin de semana en casa del actor en Nueva York cuando tenía 17 años a mediados de los ochenta y que Spacey intentó que compartiera cama con él y que comenzó a llorar cuando se negó a hacerlo. Además explicó que cuando se despertó a la mañana siguiente el actor estaba abrazado a él, una situación en la que no experimentó agresividad por parte de este, pero en la que se sintió muy incómodo.

The Sun ha publicado otra información donde se narra que el actor habría acosado a un trabajador de un hotel inglés, Daniel Beal en 2010. Esta oleada de testimonios ha hecho que el londinense Old Vic Theatre, donde Spacey trabajó como director artístico entre 2004 y 2015, haya abierto una línea de comunicación segura para que aquellos que sufrieron algún tipo de acoso por parte del actor lo cuenten. Explican que nunca recibieron una queja, mientras trabajó allí.

El actor mexicando Roberto Cavazos ha comentado lo siguiente en Facebook: «Los que coincidimos con él en Londres cuando fue director del Old Vic Theatre sabemos que serán muchísimos más los que se atrevan a contar sus historias en los próximos días y semanas. No me sorprendería que fueran números similares a los de Weinstein. En su disculpa pública dijo no recordar el incidente, se disculpó con el actor que lo acusa y aprovechó para salir del clóset, distrayendo así al público de sus acciones dañinas».

«Yo mismo tuve un par de encuentros desagradables con Spacey que estuvieron al filo de poder ser llamados acoso. Es más, de haber sido yo una mujer, probablemente no hubiera dudado en identificarlo como tal, pero supongo que la falta de una acción más concretamente directa o agresiva me llevó a justificar el incidente como «una de esas cosas». Somos muchos los que tenemos un «Kevin Spacey story». Parece que sólo hacía falta ser un varón menor de 30 para que el señor Spacey se sintiera libre de tocarnos», ha asegurado.

Vía | Aceshowbiz

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