El juez decide no analizar a los hijos de Sheen y Mueller
Charlie Sheen y Brooke Mueller siguen a la greña. Al menos sus hijos, Bob y Max, han evitado ser analizados en el hospital. Un juez ha decidido que no encuentra motivos suficientes para tomar semejante decisión. De momento, todo sigue igual aunque no durará mucho la calma.
La propia Mueller fue la que indicó que le gustaría que sus hijos fueran analizados para comprobar si padecían el síndrome de alcoholismo fetal. El motivo era evidente, ella tuvo que entrar en un centro de rehabilitación dos veces durante su embarazo y reconoció que había bebido bastante durante el periodo de gestación. Luego cambió de opinión y ahora un juez estima que no es necesaria la prueba.
La verdad es que se ha salvado por la campana. Como indica una fuente cercana a Mueller, «a ella le aterroriza la idea de saber que sus hijos padezcan el antedicho síndrome. Esto podría conllevar que perdiera la custodia para siempre así que, tras pensarlo mejor, decidió dar marcha atrás». Al menos el juez piensa como ella.
El citado síndrome produce malformaciones, problemas de aprendizaje y una larga serie de consecuencias que suelen terminar en asuntos más graves. El juez ha decidido no hacer la prueba, Brooke «está feliz» y piensa que sus hijos «no tienen ningún problema». La gran pregunta es la de siempre, ¿seguirá Sheen callado ante todo esto? ¿Hará algo al respecto en un futuro inmediato? Todo es posible. Esperamos vuestra opinión a este respecto.
Vía | Radar
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Pobres niños, menudos padres les ha tocado.