Jorge Javier Vázquez explica, sin pedir perdón, su bronca con Belén Esteban

Jorge Javier Vázquez explica, sin pedir perdón, su bronca con Belén Esteban

Escrito por: dlopez    1 julio 2020    2 minutos

Jorge Javier Vázquez, que considera que en webs como esta no sabemos escribir, ha explicado, sin pedir perdón, su bronca con Belén Esteban.

Jorge Javier Vázquez, que considera que en webs como esta no sabemos escribir, ha explicado, sin pedir perdón, su bronca con Belén Esteban. El pasado sábado escribía el siguiente panfleto. «Hoy sábado, una semana después de que se produjera, los principales periódicos del país siguen hablando de él. Leo solo titulares, pero no el contenido, que es una manera muy básica de protegerme». Y de no darte de bruces con la realidad.

«En esos casos, lo mejor es aislarte, dejar que las cosas se enfríen, no alimentar el enfrentamiento ni buscar aliados entre tus amigos para que acaben dándote la razón. Silencio. Y el cerebro agradece la paz y empieza a ordenarse de una manera natural. Hay examen, pero no dolor. Hay revisión de los hechos, pero sin tortura». Qué bonito soy, qué guapo soy, ¡cuánto me quiero!

Jorgejaviervazquez

«Con unos sentimientos a flor de piel tras hacer frente a una situación tan impredecible como catastrófica, cualquier motivo es bueno para posicionarse y resaltar nuestras diferencias. Con la (poca) perspectiva que da una semana me da rabia haber contribuido a la crispación con unas maneras equivocadas».

«No quiero que suene a excusa ni a justificación, pero un presentador no es ni debe ser una máquina, al menos a mi entender. Y no debe tener miedo a mostrar sus emociones en público, incluso aquellas de las que no se siente especialmente orgulloso».

El antedicho remata semejante borrador con un «porque al final, fíjate tú lo que te digo, une más un error que un acierto; un defecto que una virtud; una pelea a tiempo en vez de cien años de estabilidad». Pues eso, que el comunismo de salón es lo mejor para permanecer en una atalaya y ser adorado como el becerro de oro. Para olvidar.

Vía | Lecturas

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