John Travolta regresa a Bahamas y testifica en el juicio por extorsión
Casi nueve meses hace desde el fallecimiento de Jett, hijo del actor John Travolta, y la también actriz Kelly Preston han regresado a Bahamas su residencia de vacaciones y un lugar trágico en el recuerdo desde el pasado mes de enero.
Lo han hecho para testificar en el juicio por extorsión que enfrenta al actor con la ex senadora de Bahamas Pleasant Bridgewater, y el ex paramédico Tarino Lightbourne, ya que ambos están acusados de intentar chantajear a la familia con publicar un documento muy íntimo sobre los últimos momentos de vida de su hijo si no hacían frente a un pago de 25 millones de dólares.
En el juicio, que dio comienzo ayer en Nassau, Travolta relató al juez lo ocurrido la mañana de la muerte de su hijo de 16 años. Según el artista, fue la cuidadora del niño la que le advirtió de que estaba muy enfermo y estaba desfallecido en el suelo. ‘En ese momento corrí escaleras abajo con mi mujer para ayudar a mi hijo’.
Trató frenéticamente de salvar a su hijo al realizándole un boca a boca, según el testimonio aportado en la Corte. Además testificó que su hijo era autista y que sufría de episodios que detonaban en un ataque cada cinco a 10 días, con una duración de 45 segundos a minutos.
La versión es que Jeff sufría crisis epilépticas desde la infancia y diversos medios de comunicación americanos han afirmado que el adolescente era autista, pero John Travolta jamás lo ha reconocido asegurando que su hijo sufría el síndrome de Kawasaki, una enfermedad vascular que puede derivar en complicaciones cardiacas.
El tratamiento y la dolencia de Jett han sido siempre noticia en numerosas ocasiones en distintos medios, ya que la familia pertenece a la Iglesia de la Cienciología, que, por ejemplo, no reconoce el autismo como una enfermedad, condición que los Travolta negaron siempre que sufriera Jett.
Vía | lta.reuters