Joey Grant, el esteticista de las famosas, es acusado de estafa

Joey Grant, el esteticista de las famosas, es acusado de estafa

Escrito por: dlopez    30 enero 2025    2 minutos

Se llama Joey Grant, trabaja en Nueva York, le ha inyectado bótox a decenas de famosas y acaba de ser acusado de estafa. Te contamos por qué.

Se llama Joey Grant, trabaja en Nueva York, le ha inyectado bótox a decenas de famosas y acaba de ser acusado de estafa. Te contamos por qué.

Joey Grant Luther

En un primer momento, actrices, cantantes y políticas se pusieron en sus manos para conseguir que la mencionada toxina mejorase su aspecto. A la hora de pagar, la factura era bastante más económica de lo habitual. Ello supuso que comenzara una investigación que habría confirmado el motivo de cobrar tan poco por una sustancia que no suele ser demasiado económica.

Todo surgió cuando una paciente comenzó a sentir taquicardias, problemas al tragar e incluso alteraciones en el habla. Tras comenzar la investigación se confirmó que Grant no tiene autorización para inyectar bótox y, además, utilizaba un producto comprado en China al por mayor de dudosa salubridad.

Muchas personas se han sometido a resonancias magnéticas para comprobar el daño originado en su rostro. La comunidad homosexual de Nueva York también incluye a varios clientes en su haber y no han dudado en hacer públicas sus conversaciones con Grant que, por cierto, no responde a ningún mensaje y si lo hace es utilizando largas cambiadas para evitar su responsabilidad.

Las frases que utiliza son «nunca habíamos tenido ningún problema, dale un tiempo y dime cómo evoluciona tu caso». A 300 dólares el área tratada, menos de la mitad de lo que cobra cualquier profesional, ha sido The Post el medio que ha demandado el caso. Algún colaborador ya ha comentado que «no tiene el título de médico, es un simple aficionado».

Al parecer, lo único que hacía era colocarle bótox falso a sus clientes, carecía de licencia del estado de Nueva York y el fiscal del estado le acusa de provocarle a un paciente «visión doble, cefaleas, complicaciones al tragar y al masticar, taquicardias, alteraciones en el habla e imposibilidad de levantar los brazos así como una debilidad enorme de cintura para arriba». Una fianza de 100 000 dólares ha servido para que quede en libertad. Ya veremos cómo evoluciona el tema.

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