Jesulín de Ubrique quebranta la ley cazando con hurones en Antena 3

Escrito por: Elisa    16 noviembre 2009    2 minutos

El G.20 de Risto Mejide daba el número 1 de su programa del domingo a Jesulín de Ubrique por quebrantar la ley cazando conejos con hurones algo que está prohibido en España, a no ser que se posea un permiso especial. Un mail alertaba al espacio de Telecinco de la acción del matador de toros y estos se ponían en marcha para investigar si estaba incurriendo en una ilegalidad y así era según el artículo 335 del Código Penal.

Los hurones se catalogan como animales de compañía dentro de la categoría de exóticos, pero no está permitido que sean usados para la caza, según la legislación vigente. Pero, Jesulín se mostraba orgulloso de sus hazanas en el campo donde parece que mata todo lo que se le pone por delante. Por esto, el Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA) estudia denunciarle.

Silvia Barquero, responsable de prensa del PACMA, ha explicado que es un sinsentido «ensalzar a personajes como éste que se ganan la vida, se divierten y disfrutan matando animales: cazando conejos con hurones, yendo a monterías y a safaris, que tiene la casa llena de animales disecados y se ha hecho millonario a base de matar animales en las plazas de toros. No es ningún referente para nuestra sociedad«.

En Ambiciones no hay ninguna plaga de conejos, por la que no está justificado el uso de hurones como han mostrado en G-20 mediante imágenes aéreas. Parece que los especiales de Antena 3 sólo están dando disgustos a la pareja -Jesulín-Campanario- a la que les puede caer otra nueva denuncia y una multa de 54.000 euros y la retirada del permiso de caza, lo que sería todo un alivio para los pobres animales que rodean su finca.

Fuente | G-20

3 comentarios

  1. sergio farras dice:

    Jesulín de Ubrique y Belén Esteban…, vuelve la guerra fría

    En el último programa de Juan y Medio, que es espacio de sinceridades y franquezas espontáneas. Jesulín de Ubrique, se nos presenta vestido medio de Pink Floid medio de galán campestre. Empezó la cosa con gracias gramaticales, y ocurrentes salerosas frases. Más emotivo que voluble, sin susceptibilidades aparentes, locuaz y ocurrente ante el respetable que siempre lo agradece. Empezaba una misión de contrainteligencia que media España esperaba a modo de réplica de tantas semanas de «Belentismo». La Esteban, es señora que arrea rabias y furias de su liviana vida. El público, en sombra, como es costumbre cuando se entrevista a un torero.

    Servidor, cree que Jesulín interpreta un papel, un rol, una representación. Tampoco es que sea Séneca precisamente, pero tanta torpeza en el lenguaje y atropello del verbo y de la lengua, no puede ser verdad. Precisamente, ese aire de inculto profano, de inventor de palabras surrealistas y a veces de delirio popular: Curupipi, impre-zionante»…, es lo que le ayudó a labrar su casta de una España pintoresca y de vivos colores llamativos. Y le dio fama, lo destacó de los demás toreros más ortodoxos y cumplidores con la tradición de matar y ajusticiar morlacos. Ahora, parece que intenta recuperar su gracia y sus particulares cualidades de torero showman y cómico espontáneo. Su «seseo» andaluz, y buen modo en el trato con el personal, hacen que el comediante supere a la persona. Ya se sabe, que se suele ganar a la gente por su simpatía, no necesariamente por su sabiduría. Telecinco y Antena 3, han abierto la veda, de una guerra fría televisiva, que es envidia de ex espías del noble oficio de saber cosas ajenas y de secretos varios.

    Aquí, hay una contrainteligencia a la Belén Esteban, mujer de pálida tez y afilada lengua mordaz que suele soltar veneno a los vientos. Los Janeiro, sustituyen la mala leche por el aparente candor casero que da el hogar, que es morada íntima y de fraternizar con los suyos. Y con eso, también se gana a la gente. La gente entra a todo y suele ser muy sugestionable e influenciable, dejándose llevar con la felicidad que da lo adulterado y descafeinado.

    Se ve, que de niño era bastante tremendo; cogía ranas, tiraba piedras a los tejados y balcones acristalados. Al colegio iba poco, para que no se le viese en exceso. Pero sabía, que para salir de pobre hay que trabajar de algo, y matar toros es profesión bien pagada y tampoco hay que estudiar demasiado. Los noventa todavía no eran tiempos de crisis longevas en el tiempo, ni de muchos apuros ni dificultades económicas varias. Pero Jesulín, es espabilado y listo, dotado de inteligencia popular y hasta de una metafísica campestre. El padre, era agente contratista de artistas varios, algunos famosos y todo. Luego, el hombre, se torció con los placeres y vicios que da la vida, y le dio por palpitar la «Dolche vita» a la española.

    El Jesulín, que tras esa cortina de falta de erudición y de aparencia poco instruido, se esconde un personaje singular, que sabe lo que hace. A diferencia de demás criaturas televisivas más golfas y canallas: no bebe, no fuma, no trasnocha y no alterna con señoritas que te hablan de «tú». Los de Antena 3, quieren conseguir que sea más respetado que la sirena de barrio que es Belén Esteban. Intentando presentarlo como criatura más entrañable, más cercano, más apreciado. Quizás, son dos técnicas subliminales aplicables, con métodos diferentes en sus procedimientos operativos, cuyo fin es acabar ser adorados y conseguir la deseada y anhelada audiencia de teleadictos. La sencillez siempre suele funcionar, y ganarse al público no es cosa fácil, y la lidia televisiva está muy competitiva. Al menos, en el programa de Juan y Medio, no se descuartizaban ni chillan en exceso. Vamos, que chillan lo normal.

    A ritmo de pasodobles, de temples y ocurrencias varias, el Jesulín iba contando sus surrealistas hazañas por las plazas de España. También, a medio programa, salió un señor de traje gris, algo curtido ya en años, muy lanzado y echado para adelante, compadre suyo y compinche de «fechorías». Contando historias y aventuras acontecidas en sus trastadas y travesuras, que parecían sacadas de la España más profunda de Buñuel. Llegando un momento, en que ambos, parecían el Dúo Sacapuntas. También comentó que le gustaba escuchar música de Rocky Balboa y Laura Pausini, personajes antagónicos como lo pudieran ser Curro Jiménez y la bella Ofélia.

    Lidiar la vida tampoco es cosa fácil, y, a veces, hay que esconderse un prudente periodo de tiempo en el cobijo refugio que da el burladero. Todos solemos tener ese lugar especial o retiro para pensar para nuestros adentros. Cuando tuvo el accidente de coche, vio que la vida se le iba, y que puede ser de colores muy variados. A veces, hasta de acromáticos y tristes grises. Pues no sólo el dolor del asta hace profundas heridas, también hay un dolor del alma que no se ve, pero que existe. El de Ubrique, salió adelante y volvió a las plazas. Siempre presume de «echarle» lo que le cuelga entre las ingles. ¡A la brava se vive mejor!, y de simpático y gracioso, tan malo es pasarse como quedarse corto. Lo popular suele ser lo vulgar, no siempre, pero casi siempre, y gusta como la miel que da la abeja, pudiendo a veces llegar a generar envidias y desazones. Porque las virtudes del ciego las suele desear el lazarillo.

    Ahora, parece que su vida suena con melodías de campanillas, al lado de su mujer y sus hijos. Encarrilado el amor desnudo con el misterio del matrimonio, y que igual, son felices de verdad y todo. Mientras, la Esteban y su gabinete de crisis, convocando a sus agentes más excitables y operativos, actuarán como la cuadrilla que ayuda al matador a realizar su tarea, para contraatacar en platós y prensa de corazones, elevando la plusvalía de este género, que es el de contar miserias ajenas a cambio de un puñado de euros.

    Igual, Jesulín, con esta estudiada operación de contrainteligencia, se carga la fuente de ingresos y bienes raíces de la siempre histriónica Esteban, que oficio bebeficioso se le desconoce. Esto acaba de empezar y todo se andará por el camino de la sinrazón y locura televisiva. Porque la España de las panderetas y castañuelas, necesita de las miserias de los demás para maquillar los reveses de la vida, y seguir adelante para romper la apatía del día a día.

    Servidor, que de tauromaquia sabe como de astrofísica, se queda con aquel poema de Lorca, que para llegar al alma de la gente no necesitaba de tristes espectáculos ni barbaries de la lidia, ni de trastos matarifes. Bastándose con una simple pluma y discreta sensibilidad, que suele anular el valor innecesario que da el capote y el estoque. Porque, no está claro, que el arte pase por dar muerte a un maltrecho y castigado toro, antes de que la espada del maestro acabe con la crueldad de su agonía, en medio de una plaza, a eso, de las cinco de la tarde. En el fondo, el toro, sabe que cuando sale espantado de toriles, camina hacia una muerte cierta y segura.

    La cogida y la muerte. (Federico. G. Lorca)
    Eran las cinco en punto de la tarde.
    Un niño trajo la blanca sábana,
    a las cinco de la tarde.
    Una espuerta de cal ya prevenida,
    a las cinco de la tarde.
    Lo demás era muerte y sólo muerte,
    a las cinco de la tarde.
    Sergio Farras (escritor tremendista)

  2. susana dice:

    g 20 el programa de la fabrica de la tele la misma productora de salvame y otros vomitivos programas, la misma productora que tienen a belen esteban como su mas rentable estrella carroñera, se les ve demasiado el plumero a estos telebasureros, solo sirven para machacar a quien no les baila el agua, suerte que en este pais ya los han calado ,

  3. teleadicto dice:

    Al menos en estos programas se da voz a los que están en contra de la tortura y muerte de animales, ya sea con las corridas de toros o con la caza.