Jaime Marichalar y los guardaespaldas del Príncipe protagonizan sendos altercados con la prensa

Jaime Marichalar  y los guardaespaldas del Príncipe protagonizan sendos altercados con la prensa

Escrito por: dlopez    17 febrero 2012    2 minutos

Jaime Marichalar y los guardaespaldas del Príncipe protagonizan sendos altercados con la prensa. Nervios en la Casa Real.

Decían nuestros maestros en el colegio «Si te pones nervioso es que no lo sabes» pues algo parecido se les puede aplicar a los miembros de la Casa Real. Si hace dos días la hermana del rey protagonizó un escándalo sin precedentes que nos recordó al absolutismo más despreciable, ayer tanto Jaime Marichalar como los guardaespaldas del Príncipe protagonizaron sendos altercados con la prensa.

El exyerno del rey salía del Mango, qué coincidencia, de Hermosilla y una reportera se acercó a preguntarle sobre el señor Urdangarín. Su escolta atacó a la periodista y él mismo le dijo que se sentía acosado y que los periodistas eran «rapiña y carroñeros». La reportera le dijo que era su trabajo y él contestó «cámbiate de trabajo», la respuesta era evidente «no tengo las posibilidades que tiene usted para cambiar de trabajo», «te voy a partir la cámara» fue la respuesta del citado.

Pero no queda aquí el esperpento que protagoniza la familia Borbón en estos días. La Guardia Civil, usada como escolta particular de Felipe para que comiera alegremente con su traumatólogo, impidió el trabajo de nuestros compañeros a pesar de que los compañeros les recordaron que el derecho a informa está en la Constitución (esa que está tan perfectamente diseñada según la tía del protagonista) si bien no les hicieron ni caso.

Y la pregunta es ésta. ¿Alguien se imagina que un profesional impida que su cliente se exprese libremente o trabaje? Esta familia de funcionarios, por adjudicación directa de la mano de un dictador, debería estar más que agradecida a los que les pagamos el sueldo y dejar de intentar tapar el error de un presunto delincuente al que le seguimos pagando también los escoltas en Washington. Esperamos vuestros opiniones al respecto.

2 comentarios

  1. Tina Huerta dice:

    Suman y siguen dando que hablar los integrantes o más bien ex integrante en este caso de la familia real , pero aquí yo culpo directamente a los reporteros , a Jaime de Marichalar no deberían darle importancia alguna , este tipo no tiene nada que le haga interesante como para aparecer en la prensa , es una persona con escaso valor mediatico , nulo diría yo , entrevistarlo es perder tiempo. Otra cosa fué tratar de hablar con el principe , hasta ahora el no ha dado problemas delictuales que se sepan , y de seguir el caso Urdangarin hasta donde se supone que llegará o sea carcel , lo más probable es que el Rey deba dimitir , por haber sabido en su tiempo que su yerno estaba haciendo oscuros negocios y solo optó por enviarles a USA , o sea poner tierra de por medio , y lo que debería haber hecho era descubrirlo ante la justicia.

  2. Manola dice:

    La cosa está muy clara: Esta familia, puesta a dedo por el dictador Franco, fue durante muchos años no solo protegida por la prensa, sino adulada, incensada y elevada a los altares. Cualquier gilgipollez que decían, era celebrada como una gracia suprema, cualquier tontería que hacían, era cantada como un gesto de sencillez y campechanía, pero de hacer el tonto pasaron a… «hacer otras cosas», como dar pelotazos, cazar un oso borracho, censurar a la prensa y los guardaespaldas a comportarse como lo harían los de Fidel Castro o los de Chavez. Para más inri, los hijos se han casado a cual peor, si uno es bobo, la otra es una trepa histérica y el otro un chorizo (presunto, claro). Entretanto, los españoles vivimos una crisis sin precedentes, que no sabemos en qué puede terminar, los políticos son considerados un problema y esta familia, unos parásitos holgazanes, que encima se han dedicado a vaciarnos los bolsillos. Ellos, acostumbrados al peloteo contínuo, han perdido del todo los papeles y las meteduras de pata son cada día mayores, un círculo vicioso que a corto o medio plazo nos llevará a una república por aclamación popular ¡Al tiempo!