La infanta Cristina y las consecuencias de su divorcio
La infanta Cristina anunciaba que se divorciaba con un eufemismo marca de la casa. Las consecuencias de su decisión son diversas. A la separación física entre el expresidiario y la antedicha se le añadía otra alargada a pesar de que él vivía en Vitoria con su madre. Es en esta ciudad donde decidía emprender una nueva relación a pesar de seguir casado con Cristina.
Ella sigue en Ginebra y la decisión de divorciarse, que ya se rumiaba en la Casa Real, como comentaba Pilar Eyre hace algunos meses, al pensar que era la única alternativa para que el otrora deportista no siguiera empañando la imagen de la institución.
Nadie se esperaba semejante petardazo de quien sigue con escoltas pagados por el contribuyente, que ahora debería dejar de disfrutar, y que el escándalo fuera portada de una revista. Habrá que ver si hay, o no, manutención y quién la abona dependiendo de lo que decida el juez.
La olvidadiza señora en el juicio por el caso Noos vuelve a ser protagonista sin quererlo. En su momento se indicaba que la pareja no era demasiado adecuada para los intereses de la Casa Real. Ya veremos qué sucede en breve, pero todo parece indicar que van a convertirse en protagonistas de la prensa rosa y siempre con ese velo protector que quizá se difumine progresivamente.
Esperamos tus ideas y comentarios al respecto de un divorcio sonado que se convertirá en el inicio de una nueva etapa para las partes implicadas. Comparte tu opinión con nuestros lectores.
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