Gustavo González y María Lapiedra se enfadan con Sálvame y acaban visitando mañana el Deluxe

La pareja se molestaba enormemente cuando descubrían que una redactora viajaba en el mismo vagón de AVE que ellos para realizarles un seguimiento de sus movimientos en Barcelona. Durante una hora y media todo se desarrollaba de manera normal; Gustavo miraba unos documentos y su novia dormía, pero después la catalana descubrió a la chica que los vigilaba.

Entonces Gustavo González se acercó a ella y le pidió que se identificase. Finalmente descubrió que trabajaba en el programa al ver con qué persona se estaba intercambiando mensajes. Esto hizo que entrase en cólera y que se mostrara muy serio y enfadado por la situación.

Al llegar a Barcelona, la pareja salía de la estación por separado y Laura Lago intentaba hablar con María Lapiedra que se negaba a conceder declaraciones a Sálvame, programa en el que es colaboradora. La reportera explicaba que le había dicho que «con Sálvame no hablaba ni de c**a», pero que si hubiera ido con el micro de Cazamariposas si le habría concedido una entrevista.

Esto alteraba a los colaboradores de Sálvame y la situación iba a peor cuando se enteraban de que Gustavo se sentará mañana en Sábado Deluxe. «¿Se puede tener menos vergüenza? ¿Se puede ser más cínico?», comentaba Mila Ximénez, pero aún no sabían que será María Lapiedra, su novia, quien le entrevistará. Kiko Hernández señalaba que los documentos que miraba Gustavo en el AVE podrían ser las preguntas, para tenerlo todo controlado, y otros colaboradores se preguntaban qué redactora hará el trabajo de María.

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