A falta de amor, otra portada exclusiva para Isabel Pantoja

Escrito por: Sacra    27 agosto 2009    2 minutos

De vez en cuando Isabel Pantoja es de las que les gusta asomarse a alguna portada exclusiva, responder a preguntas pactadas y benévolas y hablar de sus dramáticas penas como si de una clásica copla se tratara. Por mucho que asome con su cara agría en los aeropuertos o conteste con cortantes monosílabos a los reporteros callejeros, a ella le sigue gustando eso de hablar de sus amores o de sus hijos más allá de la mayor o menor valía de su arte.

Y esta vez, a falta de noticias interesantes, novedades aclaratorias o situaciones desconocidas, la artista retoma su destino gris en el terreno sentimental afirmando con rotundidad: «Me gustaría estar con la persona que quiero, pero no puede ser». A pesar de que ella fue la que puso fin a su relación con Julián Muñoz, asegura estar muy afectada, no sintiéndose capaz de tomar una decisión hasta que no haya pasado más tiempo.

Lo que sí quiere dejar muy claro es que en su vida no existe el arrepentimiento y, tanto en la historia con Muñoz como con el resto de amantes que han pasado por su vida, se ha entregado totalmente y de una forma incondicional y verdadera. Quizás por eso todavía quedan resquicios de aquellas brasas alimentadas en brazos del edil marbellí aunque ahora todo se resuma a un tétrico vacío existencial. «No puedo pensar en el futuro porque el que me gustaría tener…lo veo muy lejano» y así sigue hablando como si cantara.

El reportaje, que ha sido realizado en Tenerife, se completa con las eternas declaraciones de una madre que, a pesar de las idas y venidas de su vástago, no deja de sentirse orgullosa por sus hijos. Por un lado, la niña Isabel tiene idolatrado a su hermano y, Kiko, la ha sorprendido felizmente en su nueva versión de monologuista. Pero, para que no digan, también habla de su trabajo y de su intención de seguir cantándonos hasta la eternidad, ahora acaba de terminar una grabación de rancheras «estilo Pantoja». También este estilo tiene mucho que ver con el desamor.

Vía | Hola