Emmy Rossum comenta, en su perfil de Facebook, su punto de vista sobre las madres solteras

Emmy Rossum interpreta a la indestructible Fiona Gallagher de Shameless pero en su vida personal no parece llevar demasiado bien lo de tener una madre soltera. De hecho, ha optado por usar su perfil de Facebook para comentar cómo se siente siendo «famosa» por este motivo. En un texto bastante interesante comenta los siguientes aspectos.

«Como persona pública siempre hay una lucha para saber cuánto he de compartir con la gente. Como actores siempre pensamos que la gente se olvida de nosotros como personas reales y se queda con los personajes que representamos. A veces es complicado compartir algo. La idea de mostrar nuestras vulnerabilidades sin esconderse tras un personaje intimida. No sabemos si lo que compartimos va a ser tomado como una debilidad».

«Hoy me he levantado pensando en todo esto y en cómo me afecta personalmente. He llorado y me he decidido a escribir este post. Sheryl y Katie Couric son madres solteras por culpa de la adversidad. Nunca se dieron cuenta de lo duro que era y de cómo sus hijos se sentían como desterrados. Incluso cómo el día del padre o las fiestas con los padres en el colegio podrían ser dolorosas para ellos».

«Tuve a una madre soltera y la sigo teniendo. Esto no es un secreto. Crecí en una escuela y en un mundo en el que lo lógico es tener dos padres. El día del padre sigue siendo difícil para mí. No se cómo celebrarlo. En las semanas cercanas a esta fecha siento que es como si se aproximara una ola. A veces intento ignorarlo pero es complicado. Normalmente me llevo a mi madre a comer y le doy un regalo para que sepa lo que la valoro. Fue un madre y un padre para mí. No me gusta que sepa que, treinta años después, el tema me sigue doliendo. Siempre fue suficiente para todo, no fue perfecta, nadie lo es, pero para mí fue la mejor madre».

«Tradiciones como el día del padre o el baile del padre con la hija el día de su boda, o que mi padre no me pueda llevar al altar, son recordatorios dolorosos que vuelven a herirnos al hacernos más conscientes de nuestra pérdida y celosos de los que tienen a su padre. Imagino que todo esto es un agradecimiento público a mis amigos cuando me escriben el día del padre preguntándome cómo estoy. Y también a mi terapeuta que me ha ayudado a superar todo esto en mi vida para darme confianza y a mi madre que siempre fue, y sigue siéndolo, suficiente». Esperamos vuestros comentarios al respecto.

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