Elon Musk pagó 250 000 dólares para evitar ser denunciado por acoso sexual por una mujer
Elon Musk pagó un cuarto de millón de dólares para evitar ser denunciado por una de las asistentes de su viaje espacial. Al parecer, la azafata le dijo a su amiga que el multimillonario creador SpaceX y fundador de Tesla le pidió que fuera a su habitación durante un vuelo a finales de 2016 «para un masaje de cuerpo completo», dice la declaración.
Cuando llegó, la asistente descubrió que Musk «estaba completamente desnudo excepto por una sábana que cubría la mitad inferior de su cuerpo». Durante el masaje, dice la declaración, Musk «expuso sus genitales» y luego «la tocó y se ofreció a comprarle un caballo si ‘hacía más’, refiriéndose a la realización de actos sexuales».
La azafata, que monta a caballo, declinó y continuó con el masaje sin tener ninguna conducta sexual. La mujer confirmaba que «no estoy a la venta». Su amigo añadía que «ella no va a realizar favores sexuales a cambio de dinero o regalos». El incidente ocurrió durante un vuelo a Londres.
Después de que ella se negó, fue castigada en el trabajo: «Pensó que las cosas podrían volver a la normalidad y fingiría que nada había pasado. Sin embargo, comenzó a sentir que estaba recibiendo algún tipo de represalia por la reducción de sus turnos y comenzó a sentirse realmente estresada». Eventualmente, dice la declaración, la asistente sintió que «la estaban empujando y castigando por negarse a prostituirse».
En 2018, después de convencerse de que su negativa a aceptar la propuesta de Musk había disminuido sus oportunidades en SpaceX, la mujer contrató a un abogado laboral de California y envió una queja al departamento de recursos humanos de la empresa detallando el episodio.
Por esa época, la firma de abogados se comunicó con la amiga y le pidió que preparara la declaración que corroborara las afirmaciones. La queja del asistente se resolvió rápidamente después de una sesión con un mediador a la que Musk asistió personalmente. El asunto nunca llegó a un tribunal de justicia ni a un procedimiento de arbitraje.
En noviembre de 2018, Musk, SpaceX y la azafata firmaron un acuerdo de indemnización que otorgaba a la azafata un pago de 250 000 dólares a cambio de la promesa de no demandar al antedicho.
El propio Musk ha indicado que «hay mucho más en esta historia. Si estuviera inclinado a involucrarme en acoso sexual, es poco probable que esta sea la primera vez en toda mi carrera de 30 años que sale a la luz. Más bien, se trata de una historia con éxito con motivaciones políticas». La lucha contra la izquierda de Musk podría tener en este suceso un filón. Se espera que las partes implicadas aclaren algo más lo sucedido.
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