Un diario alemán analiza el estilismo fashionista de las ministras socialistas

Un diario alemán analiza el estilismo fashionista de las ministras socialistas

Escrito por: Rosa María    20 septiembre 2010    2 minutos

El diario alemán ‘Frankfurter Allgemeine’ ha elaborado un artículo mencionando el estilismo de las ministras de Zapatero que ha levantado ampollas entre el gobierno. Ya que por ser suaves tiene un curioso titular ‘socialistas fashionistas’.

Como un desfile de modelos ha presentado la prensa alemana a las también denominadas ‘muñequitas de Zapatero’ ya que la crítica se centra en las ministras de Igualdad, Cultura e, incluso también meten en el bombo a la vicepresidenta recordando los posados para Vogue.

El desfile comienza por Aído, a la que bautiza como la señorita «Papá, que soy ministra», siguiendo por González Sinde, de la que cree que de alguna forma sigue promocionando el flamenco, con sus vestidos de volantes ‘gipsy look’, y terminando por De la Vega, a la que llama por el apodo, perfectamente comprensible en alemán, «De la Vogue».

Tampoco se quedan fuera Duran Lleida, del que destaca que tiene unas gafas distintas para cada uno de los días del año, y tampoco se salva Soraya Sáenz de Santamaría y sus posados. Aunque, destaca que de las críticas guste el estilo Zapatero calificándolo como elegante pero siendo incomprensible la presencia de sus hijas en la Casa Blanca vestidas como si fueran a una fiesta de Halloween».

Aunque no solo las mujeres y hombres del ejecutivo han sido criticados por sus modelitos. El artículo firmado por Leo Wieland también meten al líder del PP en la cual lamenta todavía con más morfa, la barba totalmente pasada de moda de Rajoy asegurando es un auténtico desastre.

Retracta toda una serie de circunstancias en las que la moda marca la actuación de los altos cargos del Estado español, a los que califica, con una gran carga de ironía, de «estrellas de la democracia».

Por otro lado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha criticado con dureza el artículo publicado por el diario alemán calificándolo de «Irrespetuoso, ofensivo, intolerable y antiguo».

Vía | El Mundo