Demi Lovato pensó que iba a morir joven
La artista protagoniza la portada de la edición de julio de la revista «American Way» en la que habla de sus adicciones y explica que pensó que moriría joven y que no llegaría a los 21 años. En la entrevista trata sus problemas con las drogas, con la comida y también su desorden bipolar. Comenta que solía medicarse ella misma con alcohol, cocaína y con el analgésico OxyContin.
En 2011, Demi Lovato ingresó en un centro de rehabilitación durante tres meses y le fue diagnosticado un trastorno bipolar. Entonces asegura que pensó: «Oh, estupendo, ahora el mundo cree que yo soy otro estereotipo«. «No estoy en tratamiento por problemas de drogas y alcohol. Pero una vez comencé a comer de nuevo, los otros temas comenzaron a empeorar», recordaba.
Sus problemas con la comida comenzaron cuando era una niña. Su madre, una antigua cheerleader de los Dallas Cowboys, y su abuela habían luchado contra la bulimia. «Incluso cuando tenía 2 y 3 años, estar junto a alguien que pesaba 80 libras -algo más de 36 kilos- y que tenía un desorden de la alimentación… Es difícil no crecer siguiendo esos patrones», relataba.
Lovato comenzó a competir en certámenes de belleza para niñas a los siete años hasta los doce. Entonces, ella comentó su inseguridad cuando estaba en la pasarela y era juzgada por su belleza. «Cuando gané peso porque me estaba convirtiendo en una mujer, yo miraba esas imágenes en la pared de mi habitación y me decía a mí misma, ‘espera, esta no soy yo. Me estoy poniendo gorda en las caderas y en el culo», relataba.
Sin embargo, la cantante intentó ser consciente de su cuerpo y ha decidido inspirar a sus seguidores a superar sus problemas. «Cuanto tenemos encuentros, no puedo contar la cantidad de veces que chicas me muestran sus brazos llenos de cicatrices y cortes», compartía en la revista. «Ellas me dicen: «Me ayudaste a superarlo. Gracias a ti, paré de hacerme daño o estoy sobria». Escuchar esas cosas ha dado a mi vida un nuevo significado», confesaba.
Vía | Aceshowbiz
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