Daniel Sancho, una mochila ensangrentada destroza su versión de los hechos
Daniel Sancho olvidó una mochila ensangrentada en un restaurante. Ahora, esta prueba delictiva le complica, y mucho, su futuro penal. Las cámaras del local grabaron a Daniel entrando a comer y ya se pueden apreciar en sus brazos cortes y heridas diversas. Presuntamente, cuando entró en el negocio ya había descuartizado a Arrieta.
Un testigo indica que la mano derecha de Daniel estaba vendada y que todavía sangraba. En el interior de la mochila había un cuchillo, una venda con restos de sangre y una gasa. Lo más curioso es que cuando fue al restaurante a desayunar, con Arrieta descuartizado y repartido por la isla, grabó un vídeo para Instagram. La policía no tardó en repasar las cámaras del local y tampoco en analizar la mochila para convertirle en el primer y único sospechoso del caso.
Así, también se reconoce que Daniel se personó en la comisaría a petición de la familia de Edwin que, lógicamente, no podía hablar con el cirujano. Por todo lo anterior, la madeja se fue convirtiendo en bola de nieve hasta que los investigadores dieron con la clave.
Daniel sigue arropado por su madre y no ha tenido ningún tipo de privilegio en la cárcel tailandesa. Ahora se apuntan errores en la instrucción, contaminación de las pruebas y otras estratagemas legales válidas en España, pero quizá no tanto en Tailandia. Evidentemente, se solicitará la extradición, pero esta tampoco tiene sentido al haberse cometido el crimen en el antedicho país y contra un ciudadano colombiano. Ya veremos qué sucede finalmente.
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