¿Conseguirá Gran Hermano mejorar la audiencia de Telecinco?
El vapuleo que recibe Telecinco tras cada estreno es enorme. Gran Hermano puede ser la tabla de salvación de la cadena.
El estreno de mañana comenzará a las 23 horas, lo que ya implica la pérdida de miles de espectadores que tienen que trabajar al día siguiente. Además, tras haber defenestrado la idea de los anónimos, ahora regresa el formato con la clásica pléyade de chonis, arribistas, exparejas de famosos y chafarderos en general. Aquello será una fábrica de colaboradores para la cadena y de juguetes rotos. Nada nuevo bajo el sol.
Lo que está claro es que Jorge Javier Vázquez puede tener la excusa perfecta para dejar de presentar su programa vespertino que tiene menos audiencia que el que emitían en su lugar. Los ovinos que entren en la casa estarán a expensas de la dirección que será la que les vaya indicando cómo animar el cotarro para que la gente no se aburra.
Los escándalos prefabricados, las polémicas, las pruebas sin sentido, los enamoramientos, las broncas y todo lo relacionado con el programa quizá no tengan cabida en la televisión actual. Ya le está pasando a Latre y quizá el programa termine por ser sinónimo de tortura o de tedio insoportable para los espectadores.
La suerte está echada. Que les vaya bien a los participantes y que se percaten de dónde se meten en realidad. Abrir los ojos es mano de santo para evitar caídas inesperadas en un abismo del que antes te sacaban las revistas y ahora la Seguridad Social.
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