Conrad Murray y la muerte de Michael Jackson

Conrad Murray sigue siendo el primer acusado por la muerte de Michael Jackson. Aunque hasta este momento ha podido salir del paso y ha seguido insistiendo en que sólo le inyectó 2, 5 ml. de Propofol al cantante, la autopsia revela que la cantidad encontrada en el cuerpo de Michael supera con creces esa cifra y equivale a la usada en cirugías en las que son necesarias grandes cantidades de anestesia.

Recientemente se ha encontrado un compartimento secreto en el armario de las medicinas del cantante y el médico tendrá que enfrentarse a las preguntas de la policía. El hallazgo de una botella de 100 ml. de Propofol vacía en este compartimento y el de otra botella vacía de 20 ml. hacen que las piezas del puzzle empiecen a encajar.

La botella de 100 ml. tiene una gota de líquido en el tope de goma y esto indica que la misma fue utilizada como si fuera un gotero. Es decir, Murray inyectó una vía en la pierna de Jackson y se marchó al baño, como él mismo declaró. Según los anestesiólogos de la Policía de Los Angeles, si esta botella no tiene un limitador (que hace que el líquido gotee hacia la vena) la entrada de los 100 ml. de Propofol en la vena es mortal de necesidad.

Teniendo en cuenta que Murray no ocultó las pruebas, en la habitación no se encontró ningún limitador. Otra opción para esa gota de líquido que aparece en la botella es la de inyectarla directamente en la vena pero tan alta dosis provocaría que el paciente se calmara mucho antes de admitir tanta anestesia.

Todo empieza a aclararse, de confirmarse su culpabilidad Murray debería ir a la cárcel de inmediato ya que no estaríamos hablando, de forma definitiva, de un accidente sino de un homicidio. Esperemos que se aclare todo con el paso del tiempo y que Murray cumpla con la justicia.

Vía I TMZ

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