El coche donde viajaba Paul Walker circulaba a más de 160 km/h
Hace algo más de un mes, el mundo se quedaba conmocionado por la muerte del actor Paul Walker. El fallecimiento del intérprete se producía durante una exhibición de automóviles de carácter benéfico y ya se conoce que el coche en el que viajaba, circulaba a más de 160 kilómetros por hora cuando se produjo el accidente.
El impacto que hizo que el vehículo, un Porsche Carrera GT rojo, ardiera y esto le provocó quemaduras tan graves que fue imposible identificarle visualmente. Así lo indica el informe oficial de la oficina del forense que también revela que no había rastro de drogas ni alcohol en su cuerpo. En el accidente asimismo fallecía su amigo Roger Rodas, empresario y piloto de carreras. Ambos murieron por «traumatismos y quemaduras múltiples».
Paul Walker sufrió múltiples fracturas en los brazos, el rostro y las costillas, y quedó irreconocible debido a las quemaduras, mientras que Rodas, además de soportar heridas similares, se fracturó el cráneo, explica el informe. El 4 de diciembre, un informe preliminar determinaba que Walker falleció como consecuencia de «traumatismos y quemaduras», pero hasta ahora la Oficina del Forense no había determinado la velocidad a la que circulaba el vehículo ni cómo se produjo el impacto.
Su muerte obligó al Estudio Universal a suspender la producción de la séptima entrega de la saga Fast and Furious y parece que ya se ha decidido qué van a hacer con el personaje. Brian O’Conner no morirá, sino que harán que se retire para aprovechar las escenas que el actor ya filmó para la séptima entrega de la saga antes de morir.
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Vía | RTVE
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