Catharina Amalia de Holanda: «no hago nada, renunciaré a mi asignación por solidaridad»

La próxima reina de Holanda, la princesa Catharina-Amalia, ha hablado bastante claro sobre su asignación. Al contrario que sucede en otros países de cuyo nombre no quiero acordarme, la joven, otrora masacrada por los gordófobos de turno, acaba de darles a otras herederas una lección inolvidable.

Y lo ha hecho con una carta publicada en NOS donde abre su corazón y habla más claro que nunca y sin que sus padres tengan que controlar nada o revisar hasta la última coma.

«El siete de diciembre cumpliré 18 años y, según la ley, tengo derecho a recibir una asignación. No hago nada para que se me pague, renunciaré a mi asignación por solidaridad con todos esos estudiantes que lo tienen bastante más complicado que yo para seguir adelante, especialmente en estos tiempos de coronavirus».

También añade que devolverá los 400 000 euros que recibió de crédito para terminar sus estudios y que no reclamará los 1,6 millones de dólares en gastos «dados los altos costes de mi papel como princesa de Orange».

La princesa se graduó cum laude en el Christelijk Gymnasium Sorghvliet de La Haya. Sin dudarlo, hizo públicas sus notas y animó a otros estudiantes a que siguieran esforzándose.

Su actitud nos parece todo un ejemplo a seguir que certifica que en las monarquías europeas todo ha cambiado a mejor. Bueno, no en todas, pero quizá con el tiempo alguna que otra heredera cambiará de opinión y dejará de comer del contribuyente. Quizá sea esta la mejor manera de asegurar el futuro de una institución tan cuestionada.

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